Seguramente te has fijado ya que existen distintos tipos de formas de botellas de vino, unas más estilizadas, otras más redondeadas y bajas…

¿Te has preguntado a qué atiende su morfología? Te lo contamos.

Nombres de botellas de vino según su forma

Es importante señalar que la forma de la botella no es un indicador de calidad sino, más bien, del tipo de vino que contiene. Y es que la nomenclatura de cada forma de botella tiene su origen en un área vitivinícola concreta.

De este modo, cada botella atiende a la procedencia del vino que albergaron en su origen. Las diez más populares, a nuestra elección, por ser las más usadas por las bodegas son:

  • Albeisa: ciudad de Alba en Italia.
  • Bordelesa: ciudad de Burdeos en Francia.
  • Borgoña o borgoñona: ciudad Borgoña en Francia.
  • Rhin (tambián llamada renana o alsaciana) : tierras del río Rhin (Alemania).
  • Cava/Champagne: ciudad de Champagne en Francia.
  • Chianti: provincia de Siena (Italia)
  • Franconia: tierras del sur de Alemania.
  • Jerezana: Tierras de Jerez de la Frontera (Cádiz)
  • Oporto: Portugal
  • Tokaji: región de Tokaj en Hungría.

De todas ellas, la datada en fecha más antigua es la Borgoña.

Relación entre botella y vino según su tipología

Visualmente, al ver una botella de vino, ya intuimos de qué tipo de vino se trata. Y es ese, justamente, el motivo al que atiende cada morfología.

Hoy en día, las formas de las botellas de vino no se ciñen a ese origen geográfico, sino que cada bodega elige aquella con la que más identifica el vino que producen. De este modo, las botellas bordelesa y borgoña son usadas para vino tinto. La alsaciana o Rhin para blancos y rosados. La jerezana para los generosos andaluces…

Otras variantes de las botellas de vino según su forma

Ya hemos visto que la medida standard para una una botella de vino es de 750 ml y a ella responde -habitualmente- independientemente de su forma.

Una excepción es la botella denominada Clavelín procedente de la región de Jura al noreste de Francia con una capacidad de 62 cl.

Como peculiaridad cabe señalar que la botella bordelesa pero con un diámetro inferior suele usarse para vinos dulces.

Por ejemplo, en el caso de las tipologías reservadas a los espumosos, el grosor del vidrio suele ser mayor para soportar la presión de las burbujas. Sin embargo, el tipo de botella Oporto, también suele ser más robusta a pesar de tratarse de un vino tinto y dulce.

En definitiva, aunque casi todas las botellas de vino guardan cierta similitud unas a otras, suele haber variaciones y matices que cada bodega decide por motivos comerciales. Las diferencias atienden más al diámetro del cuerpo y a la caída de los hombros, principalmente.

Bibliografía:

Botellas, la belleza no solo está en el interior

Botella de vino