Cruzcampo vuelve a reivindicar su raíz andaluza con la nueva campaña “Patrimonio”, una edición limitada que homenajea nuestras tradiciones, objetos y costumbres cotidianas que no suelen aparecer en los grandes libros de historia pero que construyen la identidad colectiva de Andalucía.
Dentro de esta colección, destaca especialmente la etiqueta dedicada al Mollete, símbolo gastronómico íntimamente ligado a nuestra ciudad, Antequera. Para nosotros, como distribuidores de Cruzcampo en esta tierra, esta etiqueta tiene un valor especial: es un reconocimiento visual y emocional a un producto que representa la sencillez, la tradición y el sabor de lo auténtico.
Un diseño que habla de Andalucía
La campaña cuenta con ilustraciones de los artistas andaluces Pepe Baena y Ana Langeheldt, que han reinterpretado figuras y elementos populares en las etiquetas de Cruzcampo Pilsen. En el caso del Mollete, el trabajo de Baena captura ese momento cotidiano tan nuestro: el desayuno sencillo, la mesa compartida y el sabor que conecta generaciones.
Además del Mollete, esta serie de etiquetas incluye también ilustraciones del puchero, la mesa camilla, el momento de «estar a la fresca» y retratos de iconos como Martirio, Camarón y Chiquito de la Calzada. Una celebración plural de los pequeños grandes patrimonios que nos hacen sentirnos en casa.
Más que una campaña: un homenaje emocional
Para quienes somos de Antequera, ver al Mollete como protagonista de una de estas etiquetas es motivo de orgullo. Es el reconocimiento de una de nuestras aportaciones más queridas a la cultura gastronómica andaluza y, cómo no, una excusa perfecta para brindar con una Cruzcampo bien fría.
El valor cultural de “Patrimonio”
Con esta edición limitada, Cruzcampo sigue profundizando en “Con mucho acento”, reivindicando la esencia andaluza desde un lugar cercano y cotidiano.
Con la edición limitada “Patrimonio”, Cruzcampo no solo viste sus botellas con arte, sino que también pone en valor lo que nos hace únicos: nuestros pequeños patrimonios cotidianos. Y entre ellos, el Mollete ocupa un lugar especial, como símbolo de sencillez, tradición y raíces.
Desde Antequera, cuna de este icono gastronómico andaluz, celebramos que Cruzcampo haya querido rendirle homenaje con una etiqueta propia que habla de nosotros, de nuestra historia y de nuestra manera de vivir.
Hoy más que nunca, abrir una Cruzcampo es brindar por todo lo que somos. Y brindar con la etiqueta del Mollete es hacerlo, además, con mucho orgullo antequerano.
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